Snow Bros de Arcade

Salón Arcade

Esta semana hemos jugado a un clásico conocido y jugado por muchos. Snow Bros, o el “muñeco de nieve” como escuché alguna vez en su época. Este es uno de los juegos que me gustaba jugar en los bares, y donde lo normal para mi era morir en el mundo 3. Alguna vez, muy rara vez, llegué al mundo 4. Nunca me lo pasé, hasta ahora. Esta semana no tenemos podcast, pero tenemos este artículo, y con él un video completándolo sin continuar

Snow Bros es un clásico y uno de los referentes de un género, el de las pantallas estáticas llenas de plataformas en las que tienes que acabar con los enemigos para pasar a la siguiente. Cada diez fases hay un enemigo final. Tienes solo dos botones, salto y disparo, pero puedes obtener mejoras gracias a unas pócimas. La roja te da velocidad, la azul un disparo más potente, y la amarilla un disparo con mayor alcance. Aparte existe una pócima verde que te da invencibilidad durante unos pocos segundos.

El juego tal cual es bastante divertido, ya que puedes pasar cada fase de muy diferentes formas y además es muy dinámico, sobre todo una vez obtienes la velocidad.  Las carambolas que pueden montarse al golpear las bolas son bastante curiosas. Eso si, hay un tiempo para terminar cada pantalla. Si te pasas, llegará una calabaza que tarde o temprano te lanzará unos fantasmas inmortales que acabaran contigo.

Es posible obtener vidas extras, sea por puntos como obteniendo las 4 letras de la palabra “snow”. Esto se consigue en momentos especiales en los que te sale esa posibilidad tras matar a los enemigos. Sin embargo, a veces tengo la sensación de que haciendo determinadas jugadas aparecen casi siempre.

No puedo dejar de mencionar su música, muy simpatica y pegadiza. Por cierto que la melodia del segundo y cuarto mundos siempre me ha recordado al estribillo de "Yo para ser feliz quiero un camión" de Loquillo. 

Dejo para el final una de las cosas que más hacían mítico este juego: los billetes. Estos se obtienen si consigues acabar con todos los enemigos lanzando solo una bola y haciendo carambolas con el resto. No es nada fácil, y es posible hacerse en todas las pantallas del juego. Al obtener los billes obtienes muchos puntos. Esto le da mucha vida al juego, sobre todo en aquellas épocas en las que quedar el primero en el ranking de puntos era un priviledio.

En resumen, estamos ante un juego muy divertido de jugar, y que nunca aburre echar una partida de vez en cuando. Y si juegas en compañía,  aprovechando que tiene modo para 2 jugadores, mucho mejor.

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